ESTA ES LA CRATULA CLASSICA DEL MES 04/19/2025
CHEO FELICIANO.....La voz más privilegiada del pentagrama salsero....Su presencia aún se hace sentir entre los recovecos de la calle Guadalupe de Ponce, donde ubica laresidencia de sus padres desde principio de los años 30, justo a la antigua entrada del pueblo, frente al
viejo Cementerio Histórico que entonces servía de parque para que los niños retozaran por los restos de lo
que una vez fueron panteones difuntos. En ese lugar nació José "Cheo" Feliciano Vega, el 3 de julio de
1935, considerado como la voz más privilegiada del pentagrama salsero, graduado de la escuela de
soneros de Ismael Rivera y discípulo del acento y la eufonía de Tito Rodríguez. En la ciudad de Nueva York
se curtió en las grandes orquestas latinas de la década del 50, con quienes aprendió las mañas del arte dela canción hasta lograr despuntar entre los más renombrados artistas de la época. Su carrera musical, que
ya cumplió 47 años, ha sellado uno de los episodios más significativos en el repaso de nuestro cancioneropopular por su excelente capacidad interpretativa en géneros diversos como el bolero, la salsa, lapachanga y el cha-cha-chá. Además, ha refulgido por la calidad de su voz, sus fraseos y sus tonos
melodiosos, y graves a la vez, que saben entrar al juego con las armonías provocando momentos sublimesy cadenciosos. Ése es Cheo Feliciano, el cantante que todo salsero aspira ser. Completo, excelso, virtuoso,
afable, simpático y humilde. Cosechó su arte en la armonía del boleroEn 1949, el intérprete de "Anacaona"
inició sus estudios musicales en la Escuela Libre de Música "Juan Morel Campos" de Ponce, con la ilusiónde aprender a tocar guitarra y trombón, aunque siempre sintió atracción por la percusión. "Era un jovencitocuando se estableció la primera escuela de música en el pueblo. Recuerdo que el director era Librado Net ytomábamos clases en los camerinos del teatro La Perla. Julio Alvarado, que dirigía la Orquesta Casino de
Ponce, fue mi primer maestro y me tuvo casi tres años aprendiendo solfeo y los valores y fundamentos dela música porque no habían instrumentos disponibles para estudiar y cuando llegó mi trombón, mi papá nos
dice que teníamos que mudarnos a Nueva York porque la cosa estaba mala", narra el cantante. Antes,había aprendido a armonizar de oído deleitándose con el trabajo del trío romántico Los Panchos, enespecial el desenvolvimiento de su segunda voz, Chucho Navarro. Asimismo, había desarrollado el gustopor la música clásica gracias a la influencia de un vecino suyo que escuchaba piezas de Debussy y Ravel,aunque su mayor inspiración fueron sus padres Crescencia y Prudencio. "Mi papá era un carpintero quetrabajaba de sol a sol. Un hombre bajito que cargaba una caja de herramientas que pesaba como 80 librasy caminaba dos o tres millas diarias para llegar al trabajo, seis días a la semana. Cuando llegaba eldomingo le decía a mi mamá: 'Hoy usted se lava el pelo y se sienta en la sala que yo voy a cocinar'.Entonces, empezaba a cantar canciones de la época, de contracanto, en especial de (el dúo de) Quique y
Tomás, y recuerdo que mi papá decía unas líneas en la cocina y mi mamá le contestaba desde el cuarto.De niño añoraba los domingos por eso", comenta el cantante. La gran escuela de Nueva YorkIgual que lahistoria de muchos puertorriqueños, Cheo Feliciano se mudó con su familia a la ciudad de Nueva York"porque no había trabajo" en el país. Arribó a la gran urbe el 13 de septiembre de 1952, con 17 años de
edad, y tuvo su primera residencia en la calle 31, entre Tercera y Lexington, a tres cuadras del Empire StateBuilding, dentro de una comunidad irlandesa. "La experiencia de llegar a Nueva York fue difícil. Nosmudamos a un sector de blancos y fuimos el lunar que cayó en aquel barrio. Empezaron a culparnos de
todo lo que ocurría, tuvimos muchas dificultades. Vivimos allí un año, hasta que nos movimos a la calle 110,en el barrio puertorriqueño", señala. A su llegada a la ciudad, optó por terminar su preparación académica,pero sus intereses musicales torcieron su sendero, prefiriendo codearse entre los músicos de la época,junto a quienes comenzó a trazar su carrera y hasta se inscribió en la Unión de Músicos de Estados
Unidos, Local 802, en la calle 52 y Octava Avenida. Para entonces, Cheo Feliciano –que conocía bien elrepertorio de las orquestas de Frank "Machito" Grillo, Arsenio Rodríguez, Tito Puente y Tito Rodríguez– fue
alimentando su interés por la percusión, aprendiendo las técnicas de interpretación en las tumbadoras de lamano del percusionista Francisco "Kako" Bastar, quien, además, le facilitó su primera incursión en un grupoy su primera gira musical a las ciudades de Quebec y Montreal, en Canadá. "Con Kako desarrollé miinterés por la percusión. Él me llevaba a sus ensayos y una vez me pidió que lo reemplazara en un viaje
que tenía que hacer con el grupo Ciro Rimac's Review porque se iba a casar, y así fue que tuve mi primeraexperiencia en un grupo, a los 18 años de edad", dice. Meses más tarde, se integró como conguero delConjunto Marianaxi de Luis Cruz (antes conocido como Alfarola X), con quien hizo presentacionesesporádicas, siempre buscando donde hallar su oportunidad. "Como yo quería estar frente a los grandesmaestros, en especial Tito Rodríguez, Machito (Frank Grillo), Tito Puente y Mon Rivera, me convertí en elcarga maletas de todos ellos. Yo había cosechado la amistad de los músicos de esas orquestas y pormedio de ellos llegué a los directores, con el único interés de escuchar la percusión, ésa era mi pasión",
apunta. De esa manera, pasó a convertirse en el band boy de Tito Rodríguez, momento en que despertó supasión por cantar, absorto por la voz y el estilo del intérprete de "Tiemblas", quien un día, a insistencia de
sus músicos, y un poco en broma, le cedió el micrófono y las maracas en un abierto desafío frente a losbailadores del salón más importante de Nueva York, El Palledium, para que demostrara cuánto sabía
cantar. "Damas y caballeros, la escuelita (nombre con el que llamaba a su orquesta) se place en presentarsu más reciente descubrimiento. Con ustedes, el mejor cantante del mundo: Cheo", pronunció Tito
Rodríguez, al tiempo que se movía a la barra para escuchar la interpretación de "Changó tá vení" y "Barito",los primeros temas que cantó Cheo Feliciano, a los 20 años de edad.